Bollo de Mantequilla

El Bollo de Mantequilla es un dulce icónico de Euskadi, especialmente venerado en Bilbao, donde se ha convertido en un símbolo de la repostería local.

Este suave y esponjoso panecillo, relleno de una crema de mantequilla batida y a menudo adornado con azúcar glass, ofrece un sabor delicado y una textura que funde en la boca, convirtiéndolo en el acompañante perfecto para un café o té.

La historia del Bollo de Mantequilla se sitúa en las panaderías y pastelerías vascas del siglo XIX, evolucionando de las recetas tradicionales de bollería.

Originalmente, era un lujo reservado para ocasiones especiales, debido al uso generoso de mantequilla, un ingrediente considerado entonces un signo de opulencia. Con el tiempo, este bollo se popularizó, convirtiéndose en un elemento esencial en celebraciones y reuniones familiares, así como en el día a día de los vascos.